Este texto más que ser un diálogo o triángulo, en un “multiálogo”, ya que, tal como le gustaba a Platón, son varios los comensales: la filosofía en sí misma, la ciencia como tal, la filosofía de la ciencia y la psicología. Pero, además, es nuestra intención que a este banquete se sume el lector, quien encontrará más caminos abiertos e invitaciones a la reflexión que puntos de llegada o conclusiones; son, entonces, muchas más las preguntas que las respuestas, pues finalmente eso es el diálogo: todo participante, y principalmente el lector, debe estar dispuesto a dejarse interrogar y cuestionar. Por ello, es bueno precisar que aquí se trata de un mirar a la psicología desde la filosofía de la ciencia, pero igualmente de una filosofía de la ciencia que se deja interpretar por la psicología.
Pensando – en su origen- como una propedéutica para quienes inician su proceso de formación en psicología, este trabajo puede igualmente ser leído por cualquier persona interesada en el cometido de la filosofía y de la ciencia. Por tal motivo. Los ejes que el lector encontrará constituyen una reflexión en torno a la importancia de la filosofía para el quehacer psicológico; el análisis filosófico de la psicología; y el papel de la filosofía de la ciencia, para los psicólogos. Los autores emprendieron esta labor con pasión; por lo mismo, su propósito no solo fue razonar, sino también, “co-razonar” (y”corazón-ar”) con todo aquel que se asome a estas páginas.